POR FIN EN CASA

Pues ya estoy en casa sentadito y sobre todo sequito, perdonar que no os ponga fotos de la llegada, seguro que mi cuñao me hará ese trabajo.
Aún analizando la experiencia, de todos los caminos que he realizado, ha sido, sin duda, el más duro, el tiempo no ha acompañado, he estado más días mojado que seco, me he levantado y me he puesto calcetines mojados, no húmedos, he comido empapado, pero lo peor de todo ha sido la lesión que a punto estuvo de hacerme abandonar.
Si continúe fue gracias al apoyo de los amigos, y a echarle muchas ganas, he pasado momentos muy duros, con bastante dolor, pero poco a poco fui recortando kms hasta llegar al destino.
La gran enseñanza de este camino es que "la avaricia rompe el saco", si  en las primeras etapas, en las que a pesar de ser las de perfil más duro, no hubiese tirado tanto, la verdad es que me encontraba muy bien de fuerzas, seguramente no se hubiera resentido la rodilla, pero eso es agua pasada.
Ya en el calor de mi casa y con mi familia, que tanto he echado menos, ya empiezo a ver esta aventura como una aventura muy positiva y sólo me queda agradeceros a todos el seguimiento, al Mara la gestión super rápida en el tema de la soldadura, como no a mi cronista particular el Sr. Cacho y a mi Cuñao, por ser tan cojonudo y siempre poder contar con él para que me eche una mano en casa mientras yo estoy por ahí haciendo el indio.

Buen camino.