Allí disfrutamos de nuestras primeras cenas y reuniones de lo que sería la Peña Foucellas, nos sumergiríamos en el vino país, algunos aún no han salido a flote, desconozco si las profusión de furanchos en Poio ha influido en el cierre o ha sido la falta de continuidad familiar, pero sin duda aquí se iniciaron algunos furancheiros de pro en el arte de las tazas.
4 comentarios:
Yo como nunca he estado en ese garito,ni me gusta el vino tinto ni los furanchos y niego conocer a ninguno de esos niñatos, no tengo nada que opinar.
Eso si mas de uno aprendio a cambiar una rueda con una llave de juguete.
Yo creo que el del Casio Blanco de los chinos es claramente Pancho el del barco de Chanquete.
Ostias, el Loquillo de joven al fondo.
El que está de espaldas tiene una buena mata de pelo. Ande estará ahora.
El churumbel del de la botella, ten unha cara de bo o rapas.
Madre miiiiaaa
Impresionante ponme cuarto y mitad del CHEMA .....QUE NOSTALGIA DEL FLEQUILLO DEL PANCHO A LA MATA DE PELO DE ELIAS PASANDO POR EL TIRILLAS DE ANTON.
VAYA COMIENZOS.
Yo solo reconozco a uno........, vaya caretos.
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